jueves, 17 de mayo de 2007

ALLAMAND: ¿TRAYECTORIA ALGO ERRÁTICA O POLÍTICO INCOMPRENDIDO?


Aprovechando la coyuntura de la publicación de su último libro “el desalojo”, título que ha causado cierta controversia, pues el desalojar implica un acto de fuerza, donde gente de la concertación la ha asimilado con lo que implicó la represión de la dictadura militar, pero nada más alejado de eso en sí. Allamand ve en esta idea del desalojo como un acto de fuerza, pero la fuerza de las ideas y desde la fuerza que tiene la ciudadanía en el acto de sufragar y expone en este libro el por qué la concertación ya no puede seguir en el gobierno, haciendo un paralelo entre los ideales de la concertación de inicios de los 90’s, contrastada con la desgastada coalición política que es hoy.

Ahora bien, hablar de Andrés Allamand me genera cierta contradicción vital, aún así lo considero un político brillante, comparto y promuevo su idea de convertir a la actual derecha en una centro derecha moderna, que promueva los valores de la sociedad libre, basados en la defensa de la economía social de mercado, la defensa de la democracia liberal y la defensa de las libertades individuales. Además a nadie le cabe duda sus aportes en pos de alcanzar y consolidar la transición, pues no olvidemos que fue crucial en el llamado al movimiento de unión nacional, para recuperar la democracia desde la derecha y como olvidar la construcción de la democracia de los acuerdos, que provocó la legitimación del sistema político y económico en Chile.

Allamand siempre fue un hombre con una gran vocación de servicio público, escribió su primer libro a los 18 años que se llamaba “Prohibido Virar Izquierda”. Deja el colegio Saint George para ir al Lastarria y así iniciar su carrera política. Debuta el año 90 como la gran promesa de la derecha liberal, en el marco de la democracia de los acuerdos.

Pero a poco andar se da cuenta que, pese a tener grandes ideas, no contaba con el respaldo suficiente para llevarlas adelante. Denuncia a los poderes fácticos. Y al perder estrepitosamente en una elección senatorial, se va a su famosa travesía por el desierto, que no fue, precisamente, en el Sahara sino que en Washington, después de poco tiempo escribe un libro de demasiadas páginas, para una conclusión que parecía inevitable: "si no puedes contra ellos úneteles". Por eso, al reintegrarse a la vida política, se une a un equipo formado por los que habían sido sus peores enemigos dentro de la Alianza. A pocos meses traiciona a su compañero de partido Sebastián Piñera, en una operación destinada a derrocarlo de su cargo de presidente de Renovación Nacional, meses después se opone a que este fuera candidato a la Presidencia de la República diciendo que esa candidatura sería “un misil contra las aspiraciones de la centro derecha” y pierde de nuevo, estrepitosamente, el Consejo General donde se establece que Piñera sería oficialmente el candidato presidencial de Renovación Nacional. Y cuando estaba a punto de anunciar su inminente segundo retiro se las arregla para obtener una candidatura a senador, sin competencia, apoyado por la UDI y RN.

Después de ver esta trayectoria con importantes aciertos, pero también con errores que le han costado cierta permanencia en la arena política, tiendo a pensar que Allamand al defender a tal extremo su idea de la democracia de los acuerdos, lo ha llevado a tomar malas decisiones. Creo que existe una cierta desconexión entre sus ideas y como las implementa, pues el hecho de creer y querer tanto el consenso lo lleva a traicionar, a veces, sus propias convicciones o peor aún a traicionar a los que comparten esas convicciones.

2 comentarios:

Rodrigo M dijo...

Sea como sea, tienes que leer "El Desalojo" es una análisis muy lúcido de los Gobiernos de la Concertación y una batería incontrarrestable de argumentos de por qué el 2009 la Concertación no debe ganar la elección presidencial.

Anónimo dijo...

Estamos de "acuerdo": la Concertacion no DEBE ganar la eleccion presidencial. Pero comparto la opinion de Jorge, en cuanto a que los acuerdos han llevado, mas de alguna vez, a traicionar lo propio. Para que la Alianza llegue a ser Gobierno el 2010 (con Sebastian a la cabeza, obvio), mas que acuerdos, necesitamos CONVICCION.