Siempre me ha parecido un curioso contrasentido, por decir lo menos, el hecho de que a un joven menor de edad no tenga derecho a voto, no pueda entrar a Pub’s o tenga otra serie de restricciones propias de su edad, pero sin embargo sea juzgado por un crimen. Esto a propósito de la promulgación de la nueva Ley de Responsabilidad Penal Juvenil.
A partir de esto me gustaría hacer dos reflexiones:
Creo que la meta de un sistema penal, en particular con los jóvenes, no es llegar y encarcelar a las personas, sino debiese pretender reducir los niveles de violencia futuro, pero lamentablemente nuestro sistema penal no apunta hacia ese norte, pues si tomamos en cuenta que Chile tiene uno de los mayores porcentajes de reos per cápita de Sudamérica. Eso habla, precisamente, que nuestro sistema penal está hecho para encerrar a las personas, mas no a reinsertarlas nuevamente a la sociedad.
Ahora esta realidad provocará, particularmente en los jóvenes, con la promulgación de la nueva Ley de Responsabilidad Penal Juvenil, que tempranamente ingresen a verdaderas universidades del delito, y la educación que reciben en estos establecimientos del crimen si que es de calidad. Pues lamentablemente, lo que pretende esta ley es mantener encerrados a estos adolescentes y no hace hincapié en su reinserción. Peor aún, el propio gobierno a dicho que la infraestructura actual, para ejecutar los mandatos de esta nueva ley, tiene una condición de “básica” o “mínima”. Y ante esto hago mi segundo alcance, si todos los parlamentarios tanto de oposición y de gobierno reconocen esta realidad, entonces por que se aprobó una ley que todo el mundo sabe que no se puede implementar. Por qué radicales y udi’s dieron su voto (RN se abstuvo) si la propia alianza dijo que esto iba a hacer un nuevo Transantiago.
A partir de esto me gustaría hacer dos reflexiones:
Creo que la meta de un sistema penal, en particular con los jóvenes, no es llegar y encarcelar a las personas, sino debiese pretender reducir los niveles de violencia futuro, pero lamentablemente nuestro sistema penal no apunta hacia ese norte, pues si tomamos en cuenta que Chile tiene uno de los mayores porcentajes de reos per cápita de Sudamérica. Eso habla, precisamente, que nuestro sistema penal está hecho para encerrar a las personas, mas no a reinsertarlas nuevamente a la sociedad.
Ahora esta realidad provocará, particularmente en los jóvenes, con la promulgación de la nueva Ley de Responsabilidad Penal Juvenil, que tempranamente ingresen a verdaderas universidades del delito, y la educación que reciben en estos establecimientos del crimen si que es de calidad. Pues lamentablemente, lo que pretende esta ley es mantener encerrados a estos adolescentes y no hace hincapié en su reinserción. Peor aún, el propio gobierno a dicho que la infraestructura actual, para ejecutar los mandatos de esta nueva ley, tiene una condición de “básica” o “mínima”. Y ante esto hago mi segundo alcance, si todos los parlamentarios tanto de oposición y de gobierno reconocen esta realidad, entonces por que se aprobó una ley que todo el mundo sabe que no se puede implementar. Por qué radicales y udi’s dieron su voto (RN se abstuvo) si la propia alianza dijo que esto iba a hacer un nuevo Transantiago.
1 comentario:
Estimado Jorge,
Podemos discutir si se justifica o no la necesidad de los jovenes de pedir el asentimiento de sus padres para contraer matrimonio; si necesitan o no consentimiento de los responsables de su educacion para conseguir la pidolra del dia despues; si deberian tener derecho a obtener la licencia para conducir antes de los 18 a#os; etc..
Pero lo que es indiscutible es que hoy en dia muchos jovenes, plenamente conscientes de sus actos y sus consecuencias, delinquen en la mas absoluta impunidad... y es indiscutible que las cosas deben cambiar en este sentido. Por lo tanto, la necesidad de contar con una ley que reconozca la responsabilidad penal juvenil es urgente.
Otra cosa, que si es discutible, es la eficacia del sistema penitenciario chileno, no solo respecto de los jovenes -que ciertamente requieren un trato especial-, sino en general, ya que la reinsercion social de los delincuentes es una tarea que no hace distincion por edad.
En este sentido, vale la pena preguntarse si se justifica la creacion progresiva de mas organismos y cargos estatales (con sueldos no menores, mucho menos si se suma el total), mientras que el cumplimiento de los estandares basicos para prestaciones de gran relevancia social (entre las que se incluyen no solo las carceles y los especialistas involucrados, la salud, la educacion, y otros) no alcanza ni al minimo... Esto si es algo que debiera preocuparnos, porque, al final, los recursos que se gastan para cubrir los sueldos de, por ejemplo, el zar del Transantiago (y asi muchos mas) son nuestros.
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